Los fracasos y las frustraciones son algo normal en la vida de las personas. Es fundamental que durante su desarrollo los niños, aprendan a superar estos aspectos de manera constructiva. Como educadores debemos enseñar a los niños y niñas a enfrentarse a aquellas situaciones en las que se han equivocado y aquellas en las que no se consigue lo que uno quiere.
A veces tratamos de evitarles el dolor y las frustraciones, pretendemos hacerles felices dándoles lo que desean, evitándoles las cosas malas, pero estamos equivocados. Una persona feliz no es aquella que no se equivoca nunca o aquella que siempre consigue todo lo que quiere. Todas las personas cometen errores, y a todas las personas les cuesta conseguir lo que quieren. Es parte de la condición humana. Una persona feliz, es aquella que sabe afrontar sus errores, aprende de ellos y sabe superar la frustración de forma constructiva.
Si evitamos a nuestros niños y niñas las frustraciones, llegara un día irremediablemente en el que tendrán que enfrentarse a esto y no podrán hacerlo porque no tendrán los recursos emocionales para ello.
Debemos ver la frustración y los errores como parte de la vida, y por lo tanto es nuestra responsabilidad hacer que los más pequeños estén preparados para ello. Enseñarles a aprender de sus errores, a afrontar los fracasos y superar la frustración, a conseguir sus metas y a esforzarse para ello.
PAUTAS
- Cambia la manera de ver los fracasos. Haz que no vean los fracasos como algo negativo, no consiste en el todo o nada, sino en aprender de lo que hemos hecho y como lo hemos hecho. Convierte así la frustración en aprendizaje. Debe concebirse como una oportunidad para aprender y ser creativo.
- Haz que haga las cosas por sí mismo. No le des todo hecho, haz que piense, aunque al principio no sepa hacer ciertas cosas. Evita la sobreprotección y el exceso de permisividad.
- Enséñale que en toda situación de fracaso puede haber algo positivo. Ante todo fracaso hay siempre algo positivo que es la capacidad de aprender de ello, la posibilidad de crecer como persona también.
- No refuerces la rabia como respuesta a la frustración. Cuando el niño o niña siente frustración suele responder con rabia. Si cedemos a sus rabietas, le enseñamos que es una forma fácil de superar esa situación y conseguir lo que quiere. Es un error pensar que el niño para ser feliz necesita todo lo que quiere. Debemos no hacer caso a su rabieta.
- Haz de ejemplo para los niños y niñas. Somos un modelo de conducta para ellos, nuestro modo de actuar es el que les guía para enfrentarse a situaciones de la vida. Ante situaciones que puedan provocar frustración o fracasos, debemos mantener una actitud positiva.
- Educa en el esfuerzo pero marcando objetivos razonables. . De esta manera verán que el esfuerzo es una manera de solucionar sus fracasos. Es bueno hacer que el niño o niña se esfuerce, pero su nivel de exigencia a de ser razonable, si le ponemos un nivel demasiado alto, no lo conseguirá y conseguiremos lo contrario, pensará que esforzarse no sirve para nada.Con esto le enseñamos también a ser perseverante.
- Razona con él sobre sus errores y fracasos. Que entienda lo que ha pasado, que ha salido mal. Si lo entiende se sentirá tranquilo y ganara confianza porque sabrá lo que tiene que hacer la próxima vez.
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