domingo, 6 de noviembre de 2011

EL 5% DE LOS ADOLESCENTES SUFREN DEPRESIÓN


Los científicos y responsables de la salud mental han empezado a tomar seriamente el riesgo que conlleva la depresión infantil y la depresión en adolescentes. Los investigadores han encontrado una asociación entre padecerla desde pequeños y padecerla de adulto (esto es que es mas probable que si padeciste depresión infantil la puedas presentar de adulto).

¿Pero cómo se manifiesta esta enfermedad?


- Hay a los niños que no quieren ir a la escuela, , se aferran a los padres y les preocupan de que uno de sus padres se vaya, desaparezca o muera.

- Niños mas grandes pueden presentarla como una modificación de la conducta como mal comportamiento, irritabilidad, o sentirse poco comprendido. Debido a que estos signos pueden ser vistos como un cambio normal de humor esto se va volviendo crónico y va pasando de una etapa a otra. Por eso mismo es un poco dificil el poder hacer un diagnostico si no es tratado por personal especialista.


- Síntomas que nos pueden dar pistas: Somatizaciones :dolor de cabeza o barriga, náuseas y vómitos, palpitaciones, sensación de frío y calor, temblores y, sobre todo, intranquilidad, miedos, angustia y dificultad de atención, concentración y memoria, lentitud de pensamiento , en especial, la alteración del llanto, el enfado y la irritabilidad . Trastornos de ansiedad, fobia escolar y social. Ojo, con determinados factorres de protección como el temperamento y la manera de enfocar la resolución de conflictos


Hay algunos detonantes: antecedentes familiares, trastornos genéticos, desestructuración del hogar familiar, las vivencias ocasionadas por un divorcio, una enfermedad física o mental grave de uno de los progenitores o los problemas económicos y la pérdida del empleo, entre otros.


Antes de la pubertad no se presentan diferencias en los síntomas entre niños y niñas, pero a partir de los 15 la niñas doblan la probabilida en comparación a los niños.

La depresion en adolescentes a veces es díficil detectarla porque aparece en un tiempo de muchos cambios tanto fisicos como mentales, donde el joven busca su propia identidad y trazar su propio camino. La depresión puede estar presente junto con otros padecimientos, como problemas de comportamiento, ansiedad, desórdenes alimenticios, abuso de sustancias, y todo esto sin un cuidado especial puede aumentar el riesgo de suicidio a esa edad.


¿Cómo afecta la depresión al rendimiento académico o a la vida social?

- Los niños y adolescentes con depresión tienen conductas de aislamiento y una falta de sociabilidad importante.
- En un momento en que el grupo de amigos es muy importante, los niños y adolescentes se aíslan o pierden sus amistades, tienen conductas de aislamiento y una falta de sociabilidad importante.
- Sobre todo, cuando hay separación de los progenitores o divorcio, que conlleva discusiones frecuentes y graves, esta situación afecta mucho a los descendientes.
- También les inquietan enormemente los problemas de alcoholismo.


¿A qué profesional se debe llevar a estos adolescentes: a un pediatra o a un psiquiatra infanto-juvenil?

El pediatra es quien detecta la enfermedad y quien derivará a otros profesionales para que intervengan.

¿Cómo se trata la depresión en el adolescente?

"La depresión se cura, pero hay que estar siempre alerta, ya que se puede recaer si no se recibe suficiente apoyo familiar o social"
Por norma general, la intervención se hace a partir de un equipo multidisciplinar en el que hay psiquiatras pediátricos, psicólogos, trabajadores y educadores sociales. Los medicamentos se usan muy poco y el enfoque es psicológico.

El tratamiento oscila entre seis meses y un año, en función de cada afectado/a.

Se curan, pero hay que estar siempre alerta. Se puede recaer si nadie colabora, si el adolescente no recibe apoyo familiar o social. El pediatra de atención primaria controla al afectado, se encarga de sus intervenciones, es la figura que clasifica las necesidades del paciente.

¿ QUÉ PODEMOS HACER LOS PADRES ?


DECÁLOGO DEL BUEN TRATO A LOS HIJOS

El entorno familiar y la educación que reciben los niños y adolescentes son claves para la formación de su personalidad y también pueden ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades, como la depresión, o a facilitarles recursos internos para sobrellevarlas.


Jesús García es muy claro al respecto. Los padres deben estar siempre alerta, prestarles un apoyo incondicional y tener un tiempo cuantitativo de dedicación a ellos. No pueden delegar la educación a ciegas, sino que deben responsabilizarse y preocuparse de su formación en general y marcarles normas y límites.

El niño y el adolescente deben contar con una base educacional importante, ya que es fundamental para que se desarrollen desde el punto de vista biopsicosocial. Además, los progenitores deben respetar "el decálogo del buen trato al niño".


Según detalla este profesional, comprende las siguientes consignas: aceptar de manera incondicional a los hijos, proporcionarles amor y afecto, establecer límites razonables, respetar su derecho al juego y a tener relaciones de amistad, respetar y fomentar su autonomía, protegerles de todos los riesgos reales e imaginarios, aceptar su sexualidad y ofrecer una imagen positiva de él o ella, tener comunicación y empatía con ellos/as, participación y, sobre todo, dedicarles tiempo y atención.

Los estudios confirman que aquellos adolescentes y niños que recibieron terapia cognitivo conductual y medicacion mostratron menos recaidas al pasar el tiempo que aquellos que solo recibieron medicamentos.

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